A un año del pontificado de Francisco, monseñor Luis Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, marca tres características del pontífice: 1- “Su estilo evangelizador, a semejanza de Jesús, que ha conmovido dentro y fuera de la iglesia. Es un papa que ha cambiado el modo de relacionarse con la gente, con los grupos, con su estilo cercano y directo. También con su forma de ser, es un hombre sobrio, pobre en su vestimenta y en su modo de viajar, sencillo y misericordioso”.
2- “En Evangelii Gaudium pide una iglesia evangelizadora y misionera marcada por la alegría. Veo influencia del documento de Aparecida, al decir ‘sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo (...)’. Esta opción misionera nace de un encuentro con Cristo que nos cambia la vida y que me lleva a salir a anunciar a la periferia, al hombre que está solo, al que sufre, al niño, al anciano ...”
3- “El tercer punto es la convocatoria a una iglesia con espíritu, con Espíritu Santo, que convoca a trabajar unidos a Jesús para buscar la salvación y no la mundialidad”, dice.
“Con Francisco el pensamiento latinoamericano toma por primera vez una dimensión universal. No sólo hay influencia de Aparecida sino también de Navega Mar Adentro el documento del Episcopado Argentino”, remarca. Sin embarco dice Villalba hay una continuidad con Juan XXIII y Pablo VI, que son los que comenzaron la reforma de la Iglesia con el Concilio Vaticano II. “Todos somos hijos de nuestra cultura, y los papas también. Así como los europeos se inspiraban en temáticas europeas, Francisco es más latinoamericano”, explica
Jorge Bergoglio sucedió a Villalba como obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de la zona Flores. Fue a vivir en el mismo lugar que ocupaba Villalba y luego trabajaron codo a codo en Episcopado (2006 - 2001) cuando Bergoglio era presidente y Villalba su vicepresidente primero.